Con el mayor logro que las aves en su despertar de un nuevo día, puedo agradecer al universo tanta ambrosía, saborear el néctar florido de los arrayanes y contemplar dichosa las estrellas.
Los talleres o ejercicios vagan por el recinto escarpado de la vida, de cuando en cuando, un hermoso suspiro teje una puntada en nuestras almas que divagan locas con la hermandad que apunta el alba.
Pienso que las gaviotas de mi clase partieron serenas para mañana despertar gozosas. Adiela
HOMENAJE A LA PALABRA POESÍA
martes, 28 de junio de 2011
lunes, 15 de noviembre de 2010
sábado, 13 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)